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Casi 8 mil visitas a la exposición ‘Tras la senda de los Lumière. Sevilla en color (1914-1929)’ en la Casa de la Provincia de la Diputación

Viajará a los municipios de la provincia, tras su clausura el 15 de junio en la Sala Triunfo

El presidente de la Diputación observa uno de los autocromos expuestos en la muestra durante la inauguración de la misma, en la Casa de la Provincia

Casi 8.000 son las personas que han visitado ya en la Casa de la Provincia de la Diputación de Sevilla la exposición ‘Tras la senda de los Lumière. Sevilla en color (1914-1929)’, organizada por la Diputación, a través de su Área de Cultura y Ciudadanía y Casa de la Provincia, Universidad de Sevilla y el Museo Albert Kahn (París), y que presenta las primeras imágenes en color que se conocen sobre la ciudad de Sevilla.

 

Comisariada por Luis Méndez, director de Patrimonio y Cultura de la US, reúne una colección de 73 fotografías en color realizadas en el año 1914, junto a una serie de libros, guías de viaje y otros objetos de la época. Fotografías en color, que son consecuencia del nuevo procedimiento denominado autocromo, inventado y comercializado por los hermanos Lumière a partir de 1907.

 

Estas primeras fotografías a color de Sevilla fueron tomadas por el fotógrafo Auguste Léon entre el 23 y el 26 de junio de 1914, una etapa clave para la renovación urbanística y cultural de una ciudad que se preparaba para la Exposición Iberoamericana. Tan solo unos días después de ser retratada, la ciudad recibiría la noticia del estallido de la Primera Guerra Mundial.

 

Al hilo de esta muestra, el Área de Cultura y Ciudadanía de la Diputación tiene prevista la programación de una Mesa Redonda a finales de mayo, en la que participarán: el comisario de la exposición Luis Méndez , director de Patrimonio de la Universidad de Sevilla; la autora del texto del catálogo, " Sevilla. La ciudad de las sombras azules, la configuración artística y cultural de Sevilla, a través de la literatura, las artes escénicas y la fotografía (1832-1914), Rocío Plaza Orellana, profesora de la Universidad de Sevilla; y Ramón Barnadas, autor del texto ‘El camino al autocromo y sus derivadas’ y profesor de la Universidad de Zaragoza.

 

Además, la exposición se extenderá a la programación de artes plásticas que la Diputación desarrolla en la provincia y visitará las salas de exposiciones de los municipios sevillanos a partir del 15 de junio, fecha de clausura en la Sala Triunfo de la Casa de la Provincia.

 

UNA ENCICLOPEDIA VISUAL DEL MUNDO

 

Estos autocromos que se exhiben en la muestra formaban parte del proyecto los Archivos del Planeta del banquero Albert Kahn, quien pretendía reunir una enciclopedia visual del mundo. Estas imágenes contextualizan además la importancia de la ciudad de Sevilla a comienzos del siglo XX como destino para los viajeros y como espacio de creación e inspiración para los artistas –de todos los ámbitos de las artes- que la visitaron y que dejaron testimonio de su influencia.

 

A comienzos del siglo XX, Sevilla salía del colapso y se renovaba con una nueva imagen a partir del regionalismo y del proyecto de la Exposición Iberoamericana. Ello permitió ir modernizando una ciudad que abría avenidas y ensanches, construía estaciones de ferrocarril y hoteles, inauguraba el parque de María Luisa y se preparaba para acoger la cita internacional. Su herencia oriental y la cultura popular fueron focos de atención de los viajeros que desde el romanticismo habían situado a Sevilla en el mapa del viaje.

 

Entre 1895 y 1903 los hermanos Lumière inventan el cinematógrafo y la fotografía en color, el autocromo, cambiando para siempre la percepción del tiempo y del mundo. Muy pronto Sevilla aparece en los rodajes de los Lumière y se incorpora como tema en las primeras producciones cinematográficas.

 

En junio de 1914, el fotógrafo Auguste Léon viajó por España para fotografiar un país con la nueva técnica del autocromo. Entre el 23 y el 26 de junio de 1914 tomó las primeras imágenes en color de Sevilla. Los setenta y cuatro autocromos reproducen la ciudad, las calles, los palacios, los monumentos, la Catedral y el Museo de Bellas Artes, además de retratar a los sevillanos, atrapados entre los granos microscópicos de color en la fragilidad de un vidrio. Este conjunto de autocromos en color representaba para Francia la imagen de Sevilla en los Archivos del Planeta de Albert Kahn.