La Diputación de Sevilla ha editado el libro 'Juan del Castillo, un pintor en la Sevilla del siglo XVII', en el que su autora, la catedrática y profesora Lina Malo, desarrolla la primera monografía sobre este artista, en la que se actualizan los datos que conocemos sobre él y se revaloriza su creatividad artística.

Se trata del número 113 de la Colección 'Arte Hispalense' del Servicio de Archivo y Publicaciones de la Diputación, que han presentado en la Casa de la Provincia, junto a la autora, la directora del mismo, Carmen Barriga, y el catedrático de Historia del Arte, Enrique Valdivieso.

Juan del Castillo fue una de las principales figuras de la pinjtura sevillana de la primera mitad del siglo XVII, periodo en el que realizó una copiosa labor creativa, dotada de una inconfundible impronta artística. Sin embargo, durante mucho tiempo, la relevancia de este artista en el contexto de la pintura sevilana ha quedado cifrada en dos circunstancias: su papel de maestro de Bartolomé Esteban Murillo, un hecho evidene aunque aún no se haya podido corroborar por vía documental, y en su estrecha amistad y vínculo profesional con Alonso Cano.

Su supuesto magisterio sobre tan destacados artistas fue el aspecto más encomiado de su trayectoria en las breves reseñas realizadas por los autores que, inicialmente, se ocuparon de él. En esta primera monografía, Lina Malo actualiza lo que conocemos sobre el artista y aporta datos documentales inéditos sobre sus circunstancias biográficas y profesionales, destacando las cuestiones vinculadas a su formación artística, su examen de maestría, discípulos que acogió, su posicionameinto dentro del entramado endogámico dominante en la práctica artística de la época, su testamento e inventario de sus bienes, etc.

Además, Malo da a conocer nuevas obras que formaron parte de su catálogo, entre ellas trabajos para la orden dominica, que le ratifican como el pintor predilecto de esta congración en la Sevilla del primer tercio del siglo XVII. Un objetivo que persigue esta monografía es revalorizar la creatividad artística de Juan del Castillo, ya que sus aportaciones resultan esenciales en la actualidad, a la hora de apreciar lo que su discípulo Murillo realizó, multiplicando lo que había aprendido con su maestro.

LINA MALO

Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla, con Premio Extraordinario de Doctorado, y profesora del Departamento de Historia del Arte de la mencionada Universidad, ha orientado gran parte de su trayectoria investigadora al análisis de la pintura y el retablo sevillanos del siglo XVII, así como a la labor de inventario y catalogación del patrimonio histórico-artístico.

Dichas líneas de estudio se han materializado en publicaciones en forma de libros, catálogos de exposiciones, artículos científicos y ponencias en congresos nacionales e internacionales. Ejemplo representativo de su producción investigadora es la monografía La iglesia de San Alberto de Sevilla en el siglo XVII (Diputación de Sevilla, 2015), así como los estudios sobre la capilla de la Encarnación de la Catedral de Sevilla, los retablos de los Santos Juanes en los conventos femeninos de Sevilla, el Retablo Mayor de la parroquia de Higuera la Real, el patronazgo de los Guzmanes de Medina Sidonia o el patrimonio pictórico del monasterio de San Pedro de Osuna. Igualmente, destacan entre sus publicaciones las dedicadas a artistas como Juan del Castillo, Sánchez Coello, Zurbarán, Pacheco, Ocampo, Legot, Martínez Montañés, López Caro o Valdés Leal, entre otros. Asimismo, son reseñables sus aportaciones al conocimiento de mujeres artistas como Adela Ginés, Fernanda Francés o María Luisa Puiggener.

Desde 2003, ha sido miembro del grupo de investigación Laboratorio de Arte y ha participado en proyectos I+D como Investigación, recuperación y puesta en valor del patrimonio pictórico mural sevillano del siglo XVIII o Pintura Andaluza del Siglo XIX en Francia: Estudio de Fuentes Archivísticas, Hemerográficas y Museológicas.