La Casa de la Provincia de la Diputación de Sevilla ha abierto hoy al público la exposición individual del artista carmonense Antonio Nodal, titulada ‘Luz en la sombra’, una muestra organizada por la Facultad de Bellas Artes, con el apoyo del Ayuntamiento de Carmona, para rendir homenaje a la figura y la obra de uno de sus insignes alumnos de la promoción de 1957-1962 y que se podrá visitar en la Sala Triunfo hasta el próximo 20 de junio.

La muestra, comisariada por los los profesores Fernando Infante y María Arjonilla, reivindica el reconocimiento de la ciudadanía sevillana a la amplia trayectoria de Nodal (Carmona, 1932), un artista que, según la profesora Arjonilla, ‘vivió las restricciones de una España dominada por una moral sectaria, que censuraba sus formas de expresión, lejos de cualquier atisbo de modernidad’.

Lo cierto es que Nodal necesitó buscar muy pronto otros lugares para crecer como artista y formó su familia en Alemania. Se llevó consigo su imaginación, pero también sus duros recuerdos de infancia. La evocación de los tormentos de la guerra comienzan con el drama del fusilamiento de su joven padre, Antonio Nodal Pulido, también pintor, arrebatado de su casa cuando él solo contaba cuatro años. La exposición se abre, de hecho, con un cuadro de pequeño formato de Nodal Pulido, que servirá al visitante para marcar el drama de la ausencia. De él heredó nuestro artista la ilusión por la pintura.

Su prolífica obra narra emociones y fantasías, con una pintura cargada de símbolos que le acompañarán como seña de identidad: fantasmas de lo humano, espectros de las guerras, ídolos y santos, nimbos y alegorías, pájaros y paisajes llenos de luz y de sombra. Nodal pinta y escribe, habla y narra, es músico y poeta, y sabe del tiempo. De ahí que el suyo no sea un arte del espacio, sino de la sucesión de momentos.